
Desde siempre y por política institucional la Asociación de Productores Cinematográficos del Perú (APCP) no responde opiniones personales de ningún tipo, pero esta vez se ve obligada a ello, ante las reiteradas e irresponsables acusaciones que sin prueba o fundamento alguno viene lanzando una joven actriz peruana (Magaly Solier) de reciente actividad en el medio, y que los medios resaltan. Primero contra realizadores y cineastas que han contribuido a crear y consolidar el cine peruano, no solo con su extensa obra cinematográfica, sino con una actividad gremial en la cual han colaborado en la gestación, defensa y mantenimiento de la legislación cinematográfica que sustenta la realización de cine en el Perú. Sin dicha actividad, que se remonta a los inicios de la década del 70, no habría cine peruano, ni estarían dadas las condiciones legales, históricas y culturales que permiten su actual y fructífera existencia.
Pero también esas desafortunadas acusaciones, producto suponemos de desconocimiento y precipitación, han alcanzado en dimensiones que ya rozan con la difamación a los funcionarios del CONACINE, organismo del estado peruano, y en especial a la actual presidenta y a los recientes consejos directivos, que son precisamente los que han logrado un notable avance del cine peruano. No solo ha logrado el CONACINE en los años recientes la entrega de los dineros que la ley asigna al área y, por lo tanto, se ha producido un número sin precedentes de películas peruanas -entre ellas las protagonizadas por la actriz en cuestión- sino porque es en esta gestión del CONACINE que el cine peruano ha alcanzado numerosos reconocimientos internacionales de gran importancia. La mención igualmente descalificadora del Ministerio de Cultura resulta incomprensible ya que, hasta el día de hoy, ese despacho solo ha recabado las informaciones necesarias para poder colaborar, como le corresponde, con la resolución de los impasses existentes.
La APCP no va a responder aquí los confusos cuestionamientos expresados en esa carta, pero desea expresar que no es con declaraciones apresuradas y cargadas de desconocimiento tanto de la historia como de la realidad cinematográfica más inmediata –desconocimiento lamentablemente extendido hoy en día- que se resolverán los problemas trascendentales que enfrenta actualmente esta importante industria cultural peruana.--
Pero también esas desafortunadas acusaciones, producto suponemos de desconocimiento y precipitación, han alcanzado en dimensiones que ya rozan con la difamación a los funcionarios del CONACINE, organismo del estado peruano, y en especial a la actual presidenta y a los recientes consejos directivos, que son precisamente los que han logrado un notable avance del cine peruano. No solo ha logrado el CONACINE en los años recientes la entrega de los dineros que la ley asigna al área y, por lo tanto, se ha producido un número sin precedentes de películas peruanas -entre ellas las protagonizadas por la actriz en cuestión- sino porque es en esta gestión del CONACINE que el cine peruano ha alcanzado numerosos reconocimientos internacionales de gran importancia. La mención igualmente descalificadora del Ministerio de Cultura resulta incomprensible ya que, hasta el día de hoy, ese despacho solo ha recabado las informaciones necesarias para poder colaborar, como le corresponde, con la resolución de los impasses existentes.
La APCP no va a responder aquí los confusos cuestionamientos expresados en esa carta, pero desea expresar que no es con declaraciones apresuradas y cargadas de desconocimiento tanto de la historia como de la realidad cinematográfica más inmediata –desconocimiento lamentablemente extendido hoy en día- que se resolverán los problemas trascendentales que enfrenta actualmente esta importante industria cultural peruana.--
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APCPAsociación de Productores Cinematográficos del Perú
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La carta de Magaly Solier aquí.